Algún día prometo hablar de mi propia empresa: casi catorce meses (más el precocinado) dan para muchas vicisitudes, pero he de madurar toda esta experiencia antes de atreverme a compartirla.
Mientras tanto, descubro un nuevo blog, el de Jaime Estévez, con quien he coincidido en numerosos eventos (Thursday, Iniciador,…) y con quien he compartido empresa, aunque no tiempo (si, yo también trabajé una temporada en Europa Press).
Jaime nos va contando sus primeros 30 días como emprendedor en un blog que, por ahora, está muy vivo (más que éste, me atrevería a decir…) Va reseñando muchas de las etapas por las que otros ya hemos pasado, aunque con algunos patinazos (¿a quién se le ocurre acercarse al Registro Mercantil para pedir un certificado de denominación social, existiendo internet?) y la ingenuidad propia de quien arranca el proyecto de su vida. No diré que estoy de vuelta de todo (si no, ¿de qué estaría aquí?) pero mi visión de las cosas es ahora mucho más amplia que hace un año.
Independientemente de lo que dure el blog de Jaime (¿lo cerrará a los 30 días?) servirá para dar mayor visibilidad a quienes, día tras día, nos lanzamos a crear una empresa, arrancar un negocio o iniciar un proyecto. En estos tiempos de crisis la iniciativa personal puede ser una verdadera tabla de salvación a la que agarrarse: las grandes empresas, ésas que año tras año incrementan beneficios en un 20%, no van a sacarnos del atolladero.
Estimado, me interesaría que tu blog linkee al mío y viceversa. Estuve leyendo el tuyo, y me gusto el contenido. Espero tu contacto
Saludos