La crisis, la inmigración, la innovación y el carácter emprendedor de ciertas personas ha hecho que España aumentara considerablemente el número de trabajadores autónomos dependientes en pocos años.
Según la Federación Española de Autónomos (ATA), establece que hay un incremento del 89,4% de trabajadores autónomos dependientes desde 2000 hasta la fecha de hoy. Y es que según ATA, se entiende como aquel trabajador que presta sus servicios por cuenta propia y desarrolle su actividad de forma continuada, coordinada y predominantemente, para un solo cliente, del que depende económicamente (se presumirá, que existe dependencia económica cuando el trabajador recibe de manera regular, de un mismo cliente, remuneraciones que supongan su principal fuente de ingresos).
La principal característica, del trabajador autónomo, en sentido estricto, consiste en que realiza una prestación de servicios profesionales a una pluralidad de sujetos, sean particulares o empresas. Frente a ellos, los trabajadores autónomos dependientes llevan a cabo su actividad para un reducido número de empresas, o una única, en la mayoría de las ocasiones, de la que obtienen sus ingresos, dependiendo por tanto su actividad de esa limitada relación articulada vía mercantil.
Actualmente, existen en España 2.953.079 trabajadores autónomos –nuestro país ocupa uno de los cuatro primeros lugares entre los países de la UE, en tasas de autoempleo-, situándose el mayor peso en la construcción y los servicios.
Por comunidades, Andalucía, Cataluña, Madrid y Comunidad de Valencia concentran el mayor número de trabajadores autónomos, concentrando entre las cuatro comunidades el 56,48% del empleo autónomo de nuestro país. En cuanto a sexos, el estudio de ATA estima que el número de hombres que realizan su actividad laboral por cuenta propia es porcentualmente más elevado que el de mujeres que se encuentran en la misma situación. Siete de cada diez son hombres, frente a tres de cada diez que son mujeres, siendo éstos, autónomos y autónomas en situación de dependencia.
La figura del trabajador autónomo se comprende en una media de edad de 30 a 40 años, como es de suponer la media del trabajador por cuenta propia dependiente está dentro de esta edad. De hecho, el mayor porcentaje de autónomos dependientes se encuentra entre los 25-44 años.
En España, los trabajadores por cuenta propia que dedican exclusivamente su actividad a una única empresa, pertenecen, en su gran mayoría, al sector servicios, en segundo lugar son trabajadores pertenecientes al sector de la construcción, seguido de la industria y por último pertenecen al sector agrícola.