Si llevas un tiempo en esto del emprendimiento ya te habrás dado cuenta de que no es una tarea sencilla. Hay que lidiar con multitud de problemas como empleados, impagos, facturas, licencias…En definitiva, alrededor del emprendedor se concentran un sinfín de problemas que pueden hacer que un negocio vaya al traste.
Por ello es necesario contar con un abogado entre los aliados de la empresa para que oriente al emprendedor en los momentos difíciles. Cosas de fácil solución pueden convertirse en auténticos problemas si no se les pone freno a tiempo. Estas son algunas de las áreas en las que el trabajo de un abogado o asesor de confianza puede ayudar en una empresa:
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1 – BLINDAR CONTRATOS
En ocasiones la facturación de una empresa puede estar muy vinculada a unos pocos clientes o a un proveedor en concreto. Por ello es importante asegurarse de que su servicio o facturación no queda en manos del azar. En ocasiones, una buena opción puede ser delimitar las relaciones entre las partes con un contrato en el que cada una de ellas se compromete a realizar la parte que le corresponde a tiempo.
2 – DELIMITAR RELACIONES
Un 85% de las empresas españolas son familiares, y esto puede ocasionar un auténtico problema en algunos momentos. Cuando se emprende con algún familiar, pareja o amigo se corre el riesgo de no delimitar los derechos y deberes de cada persona en la empresa y después pueden surgir fricciones. Por ello, en estos casos lo mejor es determinar cuál es el papel que cada uno de los socios tiene en la empresa para que no surjan problemas posteriores, por ejemplo, a la hora de tomar decisiones.
3 – CONTRATAR TRABAJADORES
Tanto para contratar, como para despedir, es necesario contar con un buen asesor que esté al corriente de las últimas bonificaciones o cambios en la legislación que pueden beneficiar o favorecer al empresario. En los últimos tiempos, las leyes están cambiando rápidamente, sobre todo las referidas a los emprendedores y al empleo, por ello es necesario estar al día de todos los recursos disponibles.
4 – HACER FRENTE A IMPREVISTOS
Desgraciadamente en cualquier momento puede aparecer un problema. Desde una gotera, a un papel de hacienda, pasando por un cliente descontento. Cualquier situación cotidiana se puede complicar más de la cuenta.
5 – PROTEGERSE
Estar protegido y, sobre todo, proteger el patrimonio es fundamental. En la actualidad un autónomo debe hacer frente con su propio patrimonio a las deudas de la empresa, por lo que en los casos en los que el negocio entre en pérdidas el empresario puede perder hasta su casa. Puede parecer alarmista pero en los tiempos que corren es una situación más habitual de lo que a simple vista pudiera parecer. Por ello, es recomendable ser realista con la situación de la empresa y al primer atisbo de problema consultar y valorar cuáles son las opciones disponibles.
Estas son solo cinco de las razones por las que un abogado o un buen gestor es imprescindible para el funcionamiento de una empresa. Contratar a una gestoría externa que se encargue de estos asuntos suele ser lo habitual en el caso de los pequeños empresarios, para los que no es necesario contar con ese perfil dentro de la empresa.
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