La forma de emprender está cambiando. No solo por el tipo de negocios por los que se apuestan, sino también por el modo en el que se abordan y lanzan los nuevos proyectos.
Las Startup nacen bajo unas condiciones de incertidumbre extremas. Si hace algunos años antes de lanzarse al mercado era necesario tener un concienzudo plan de negocio, un detallado análisis de mercado y un plan de acción marcado para los próximos años, ahora, la situación ha cambiado.
Las startup van aprendiendo sobre la marcha, reinventándose y encontrando el camino que mejor les conviene en un entorno plagado de incertidumbre. Y eso es precisamente en lo que consiste el Método Lean Startup.
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Según señala Eric Ries, este método trata de traspasar la incertidumbre para encontrar un camino hacia un negocio sostenible; además hace que las empresas sean más eficientes a la hora de administrar su capital.
PROTOTIPAR Y REACCIONAR
Los emprendedores que sigan el método deben lanzarse al mercado con el mínimo producto viable, probarlo y continuar en función de la respuesta de los consumidores. De este modo se ahorra tiempo y dinero y los emprendedores pueden decidir si seguir adelante con su idea en el caso de que sea válida o modificarla.
Lean Startup nació dentro de las fronteras de Silicon Valley pero su método se ha extendido por todo el mundo. Trata de ahorrar gastos y evitar que la empresa pierda tiempo en diseñar productos que los clientes no desean.
Así, mediante la salida al mercado del mínimo producto viable, o lo que es lo mismo, de un prototipo con las unidades mínimas que la startup necesita para probar su idea, la compañía puede hacer uso de las opiniones del cliente para ajustar su producto sin la necesidad de haber invertido grandes cantidades de dinero.
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