El acto equilibrado de proporcionar una excelente experiencia al cliente y el compromiso con las tareas de mitigación contra el fraude se ha convertido en una lucha diaria para muchas empresas, las cuales comenzaron a profundizar en el tema en la última década teniendo en cuenta el crecimiento de los métodos de pago en línea y las compras por Internet. Una evaluación difícil para una empresa es determinar si una determinada transacción ha sido aprobada o es simplemente un acto de fraude, aunque se haya realizado una evaluación incorrecta y el cliente sea legítimo debe ser investigado, ya que si ocurre algún daño dará como resultado el daño de la reputación de la empresa, algo que le costaría mucho dinero.
Las empresas que manejan un alto volumen de transacciones de pago en línea enfrentan este riesgo, y en la mayoría de los casos deben bloquear estos pagos y las fuentes potenciales de fraude pueden dar un salto en estas empresas. Muchas empresas se han visto obligadas a traer un nuevo enfoque y una nueva unidad a sus estrategias de gestión de riesgo y al mismo tiempo, tratan de evitar incurrir en las consecuencias indebidas en respuesta a estas dificultades.
Confianza
Debe de existir un cierto nivel de confianza en cualquier actividad empresarial como en lo que respecta a la legitimidad de pago entre el cliente y el proveedor. Pero aún así, el vendedor corre un cierto grado de riesgo de que un cheque se convierta en un documento falso, de que un depósito esté vacío, o, en el peor de los casos, puede encontrar que su información de cuenta ha sido comprometida en cada transacción. Casi tres cuartas partes de todas las empresas se han enfrentado a un cierto grado de fraude en el pago realizado en los últimos dos años.
Existen ciertos métodos que contienen riesgos en el momento de realizar pagos, por lo que usted debe de usar medidas cautelares, para combatir esto, existen ciertos programas de software que se pueden aplicar para ayudar a reducir este tipo de actividad. Una técnica que puede ser un elemento de disuasión contra el fraude, sobre todo en los casos de las compras de alto costo, es donde el cliente debe proporcionar una contraseña que tiene que ser verificada por la compañía de tarjetas de crédito, pero cuando se aplica en las personas que hacen compras más pequeñas puede convertirse en un molestia que se traducirá en un abandono de este sistema.
Desarrollar e implementar sus propias técnicas de lucha contra el fraude son una de las actividades que muchas empresas han empezado a organizar y estos han demostrado ser altamente eficaces en la sistematización de los esfuerzos de prevención del fraude, aunque estos no son una solución garantizada para el problema. La lucha constante contra este aspecto oscuro empresarial es uno de los beneficios que se pueden obtener de la unidad, la responsabilidad y la ética empresarial.
