Cuando nos planteamos el lanzamiento de un nuevo proyecto empresarial, obviamente, la cuestión salarial resulta muy relevante. En los tiempos actuales y cara al futuro, resulta cada vez más complejo para la pequeña y mediana empresa competir con la gran empresa tanto en salarios como en beneficios para los trabajadores, lo que obliga a buscar alternativas. La retribución flexible es una de las más interesantes.
Y lo es porque combina las ventajas para el empleado con las ventajas para el empresario, algo importante que puede permitir a muchas pequeñas empresas manejar esos márgenes que a veces suponer la diferencia entre un resultado óptimo y otro que no lo es tanto.
La retribución flexible
Se trata de un modelo de retribución que permite elegir al empleado que parte de su salario va a ser retribuida en dinero y que parte lo puede ser en servicios o productos, en definitiva en pago en especie.
Se trata de servicios o productos que en cualquier caso quién los va a recibir los necesitaría contratar o adquirir, estamos hablando de cuestiones como el transporte público, la guardería de los hijos, el almuerzo…
Ya de inmediato nos encontramos con un hecho relevante, este tipo de pago en especie goza de ventajas fiscales ya que no tributa IRPF hasta el 30% de la retribución bruta anual.
Un modelo nada complejo de aplicar
A diferencia de lo que pudiera parecer no se trata de un plan de retribución que vaya a exigir un nivel de tensión superior para su gestión a la empresa. De hecho, tan sólo estableciendo un sistema de comunicación y recogida de peticiones podemos establecer este plan de retribución flexible gestionado sin dedicar ningún recurso extra. Los cambios a realizar la nómina son simples.
Un dato interesante, recogido en la publicación realizada por Edenred al respecto, es el hecho de ese 40% de empleados que siempre se acaban apuntando mientras la oferta resulte realmente adecuada a sus necesidades.
Las ventajas
Cuando se realiza el cálculo de la retribución flexible encontramos resultados positivos de inmediato; el más general es el 7% de aumento del rendimiento de la retribución por parte de la empresa, sin duda significativo y que justifica al estudio de la acción, pero, no es desde luego la única ventaja.
Para los trabajadores podríamos destacar esta batería de ventajas
- Un salario adecuado a la necesidad e interés real
- La posibilidad, gracias a la contratación conjunta, de adquirir servicios y productos a costes más ventajosos
- La posibilidad de obtener un mayor nivel de capacidad de decisión sobre su retribución
Para la empresa también obviamente existen ventajas importantes:
- La posibilidad de aumentar los salarios netos de la plantilla sin disparar costes
- Un elemento muy importante de mejora de la imagen externa
- A su vez un elemento de mejorar la capacidad negociadora frente al trabajador
- Un valor añadido para aumentar la atracción de talento
- Un instrumento muy útil para la fidelización de los empleados
Estamos sin duda ante una opción muy atractiva para la mejora de los salarios a través de un modelo innovador, que además, resulta beneficioso para todas las partes implicadas. Sin duda una cuestión a tener muy en cuenta en el futuro.