Emprender como receta al desempleo

En una situación difícil para la búsqueda de empleo, como sin duda es la actual en nuestro país con una tasa de desempleo como pudimos ver el anterior artículo verdaderamente espeluznante, lo cierto es que tarde o temprano por la cabeza de la persona que emplea su tiempo en buscar trabajo pasará la posibilidad de, de una u otra manera, tratar de generar su propio entorno laboral, su propio puesto de trabajo.

En este contexto el micro empleo se manifiesta  como una opción real que, además, en muchos casos tenían más que ver con conceptos laborales de supervivencia dentro del mercado de trabajo que con la proyección de nuevas ideas o proyectos con vocación de crecimiento futuro como en el caso de hace tan sólo unos cuantos años.

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La opción de emprender

Hoy en día la gran mayoría de los proyectos de autoempleo contienen a medio plazo una vocación inequívoca de generar su propio entorno laboral sin mayores ambiciones a largo plazo, una auténtica señal de los tiempos en la cual muchas personas buscan su particular manera de capear el temporal a la espera de tiempos mejores.

Sin duda la mayor dificultad que una persona con una idea para generar autoempleo va a encontrar es aquello de lo que precisamente nuestro país anda ciertamente escaso; financiación.

En este sentido debemos distinguir tres grandes grupos de posibilidades.

La financiación propia, obviamente financiación que escapa a aquellas personas con pocos recursos económicos, pero, que en ocasiones, sería posible al comienzo del periodo de desempleo con prestación si el usuario se planteará por ejemplo el cobro de la prestación en una única parte como modelo de lanzamiento de su idea de autoempleo, algo que también en su momento repasamos en este mismo espacio.

Subvenciones y financiación

Por otro lado y, curiosamente, las subvenciones a pesar del enorme recorte generalizado de todas las administraciones en nuestro país, siguen teniendo determinados canales a explorar para quienes tratan de generar autoempleo. En este sentido también hemos de decir que la obtención de subvenciones es mucho más compleja que hace tan sólo seis o siete años y que, en muchos casos, se va a tratar más de determinadas parcelas integradas dentro del concepto de empleo las susceptibles de pequeñas subvenciones que la facilidad de encontrar una subvención global al conjunto del proyecto.

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Mención aparte sin duda debe hacerse a las posibilidades de financiación a través de las entidades financieras. Aquí, como es lógico, debemos entender que de la misma manera que la fuente de financiación a los particulares de las empresas se cerró y se mantiene prácticamente cerrada, debemos entender como decíamos que encontraremos serias dificultades para nuestras necesidades de financiación para la creación de nuestro propio empleo, a nuestro favor cuenta el hecho de que por regla general las necesidades de financiación de los micro empleos no son altas, por otro lado y dependiendo del proyecto podemos explorar las posibilidades del Instituto de Crédito Oficial a través de las entidades bancarias, posibilidades también reducidas con respecto a años anteriores pero que no han dejado de existir.