En el proceso de transformación de una idea a negocio, ese tramo tan complejo en el que muchas buenas ideas acaban no fructificando, y, muchos emprendedores acaban rindiéndose, existen cuestiones fundamentales a las que hay que prestar atención extrema; una de ellas sin ningún género de duda es la confección de un plan de negocio.
El plan de negocio, entre otras muchas cosas, va a ser nuestro estandarte a la hora de la búsqueda de financiación bancaria o ayudas y subvenciones públicas, por tanto, si ya, como desarrollos sobre el papel de nuestra idea de negocio es importante, como carta de presentación para la financiación de nuestro proyecto es fundamental.
El Plan de Negocio
Una vez definido el tipo de empresa que deseamos, con todo lo que esto conlleva de conocimiento de competencia, mejorar servicios existentes, etc. nos lanzaremos a la confección de nuestro plan de negocio, teniendo en cuenta que es de dicho plan de donde se extrae la potencial viabilidad de nuestro proyecto.
En este plan vamos a detallar nuestros objetivos y nuestros métodos para lograrlos, por tanto, la primera regla es básica; debe ser honesto.
¿Qué debe componer un plan de negocios?
Dentro de un plan de negocios y sus elementos básicos que no pueden faltar, encontramos en primer lugar la necesidad de describir nuestra empresa, aquí defenderemos nuestra idea de negocio, su localización, sus productos o servicios en oferta, y los objetivos que pretendemos con la futura empresa.
Es muy importante dentro de un plan de negocio la presencia de un estudio de mercado en el cual podamos demostrar donde se encuentra nuestro target potencial, como es la competencia, cuáles son los factores de compra que mueve a nuestro público objetivo… en definitiva debemos demostrar que realmente detrás de nuestro proyecto existe una oportunidad de negocio.
Es importante también incluir un plan de acciones de marketing en el que contemplaremos, lógicamente en función del tipo de proyecto que deseemos sacar adelante, cuestiones como las tácticas y canales de venta o los modelos de publicidad y comunicación a utilizar.
La incorporación de un apartado de recursos humanos y recursos técnicos también tiene un cupo preferencial en un plan de negocio, aquí, es donde que los recursos plasmaremos los recursos humanos y técnicos necesarios para el desarrollo nuestro negocio, su organización y características.
Por último, y además de la definición de la forma jurídica que nuestro proyecto de empresa adoptará en caso de concretarse, llegaremos a otro punto crucial; el estudio económico y financiero de la empresa, un punto en el que deberemos desarrollar y justificar tanto el dinero necesario para el arranque del proyecto, como las vías por las que estamos obtenerlo, y, al menos, una previsión de ingresos, gastos y beneficios proyectados a un año.