Hasta ahora conocemos las medidas aplicadas por el Banco Central Europeo en relación a rebajar los tipos de interés en 0.15%, y, la posibilidad cada vez más real del interés negativo aplicado a los bancos depositarios, medida esta última se supone dirigida a fomentar la salida de dinero en forma de crédito.
Ahora conocemos también que el máximo organismo bancario europeo se plantea comenzar a dosificar la implantación de un plan que podría suponer derecho una inyección muy importante de crédito a las pymes del sur de Europa.
Esto pasaría por una inyección como decimos de dinero a las entidades bancarias con dos condiciones muy atractivas, por un largo plazos largos de devolución e intereses muy bajos, esta ayuda, que podría llegar a ascender hasta los 40,000 millones de euros, exigiría a las entidades la garantía de compromiso de ser destinada de manera exclusiva a los créditos con vocación fundamental en la pequeña y mediana empresa.
Se podría tratar, según recogía la prensa especializada alemana hace tan sólo unos días, de un proyecto a una duración en el entorno de los cuatro años, aunque todavía hay muchas incógnitas e incluso posturas encontradas dentro del propio seno de los órganos directivos del Banco Central Europeo, discusiones por ejemplo como los tipos de interés a aplicar o el nivel de clasificación del lanzamiento de la campaña.
Sin embargo general se da por bueno el hecho de que el plan con más o menos modificaciones se pondrá en marcha, algo que además se puede recoger de algún modo las declaraciones recientes de los máximos mandatarios del BCE tanto en dirección a reconocer la falta de crédito y la necesidad imperiosa de ofrecerlo a las pequeñas y medianas empresas, como a las diferencias entre el norte y el sur de Europa, diferencias que quedan plasmadas en datos como que mientras en Alemania hoy solo un 1% de las compañías presentan problemas a la hora de la financiación, en el caso de nuestro país estaríamos hablando de cifras superiores de largo al 25%.
