Era una de las grandes apuestas para este año 2014, sin embargo, transcurridos ya dos años del tristemente recordado rescate al sector financiero, el crédito sigue sin llegar con fluidez a la empresa española, es más, de hecho según los datos publicados ayer mismo por el Banco de España, en lo que vamos de año los créditos a las empresas vuelven a retroceder acumulando una caída del 11%.
En datos, los préstamos otorgados por las entidades financieras de nuestro país durante el primer semestre del año han supuesto una caídapor encima del 11%, una caída muy severa.
Los motivos fundamentales para explicar este retroceso hay que encontrarlos en la enorme caída de los préstamos por importes superiores al millón de euros, que según los datos del organismo bancario central de nuestro país en el mes de mayo caían nada menos que un 24%, en buena medida por las enormes dudas sobre la morosidad que aún sigue manejando la banca española.
teóricamente, el único crédito que sobresale entre este conjunto de pérdidas es el de los préstamos inferiores al millón de euros; tradicionalmente se asocia este modelo de financiación a los proyectos de emprendimiento y las pequeñas y medianas empresas, sin embargo no se corresponde del todo con la realidad, ya que es precisamente la influencia de los préstamos pymes superiores al millón de euros la que a decir de muchos analistas se encuentra detrás en buena medida de esta contracción.
En esta tesitura seguimos en un panorama en el que mientras el gobierno anuncia su vocación irrenunciable (teórica) para el impulso a la financiación pyme, la realidad, tozuda, indica todo lo contrario: un flujo de financiación escaso, en perdida, y que desde el año 2007 se mantiene bajo mínimos en volumen.
Se espera las supuestas medidas puestas en marcha por el impulso del Banco Central Europeo, sin embargo, de momento y la reducción del precio del dinero al histórico 0.05% ni la supuesta imposición de tasa negativa a los depósitos de los bancos por el BCE parece que está consiguiendo el efecto deseado