Durante este mes de abril se escenificará el lanzamiento de uno de los dispositivos tecnológicos más esperados de los últimos tiempos, Apple Watch irrumpe en escena con la vocación de dominar el mercado, lo cual, ha generado una gran cantidad de expectación respecto a los negocios basados en aplicaciones destinadas a este dispositivo. La gran pregunta obviamente es si merece la pena lanzarse a generar negocio alrededor de un dispositivo para el que ya incluso se vislumbra una segunda generación antes incluso de poner en el mercado la primera.
Y ya adelantamos que la respuesta no es sencilla pero si es positiva. Efectivamente merece la pena el planteamiento basado en un para este dispositivo, aunque, eso sí, teniendo en cuenta algunas cuestiones muy relevantes.
Técnicamente la gran duda sobre las aplicaciones para este dispositivo tiene que ver con sus capacidades funcionalidad, ambas lógicamente limitadas en relación por ejemplo a iPhone. Si realizamos el análisis exclusivamente desde esta comparativa es difícil ponerse en modo positivo, sin embargo tenemos que partir de una base clara: el nicho en la vida de las personas que Apple Watch pretende ocupar no es en absoluto el mismo que ya ocupa iPhone (o dispositivos similares) se tratará de un modelo de relación mucho más personal con la tecnología, un modelo activo de manera constante que acompaña al usuario más incluso que el dispositivo móvil, ya que parte de la incorporación física de nuestro cuerpo y busca ofrecer recursos y funcionalidades mucho más cercanas precisamente a su experiencia única y personal.
Es decir, si somos capaces de dar con el modelo de aplicación que entienda exactamente esta diferencia, efectivamente se abre ante nosotros una oportunidad de negocio muy importante para la que debemos tener en cuenta los siguientes puntos.
Genera un producto de segmento
Es básico plantear el hecho diferencial de este dispositivo con respecto a los demás. Si nos planteamos un modelo de negocio basado en una aplicación que ofrece las mismas funcionalidades en cualquier otro dispositivo, o que no aporta una ventaja significativa incorporada a este, realmente tenemos menos posibilidades de acertar. Buscamos proyectos que el usuario desee utilizar en su Apple Watch por encima de en cualquier otro dispositivo, por supuesto siendo compatibles algo a lo que no podemos en principio negarnos.
Olvidemos lo que sabemos
Uno de los grandes aciertos en la implementación de aplicaciones en los smartpones resultó ser la incorporación a un dispositivo totalmente diferente de elementos que hasta entonces asociábamos de manera exclusiva a los ordenadores. Esto nos permitía realizar en un entorno diferente actividades que antes debíamos hacer frente a un ordenador. Está exacta premisa es la que debemos usar también en este caso.
Un ejemplo claro puede ser el siguiente: será muy interesante una aplicación que nos permita determinados beneficios funcionalidades cuando tenemos las manos ocupadas, por ejemplo cuando escribimos, cuando cocinamos… en este instante el dispositivo se convierte en único, no tiene rival y lo que nos pueda proporcionar será sin duda particular.
Un nuevo escenario para el diseño de aplicaciones
Perfectamente hubiéramos podido encajar este punto en el anterior. De hecho debemos en buena medida olvidar lo que sabemos en cuanto a presentación de las aplicaciones. Estos nuevos dispositivos exigen un modelo de relación muy distinto, mucho más rápido, en el que la información se proporciona de manera casi instantánea, todo lo que sea profundizar en tiempo y manejo en las propias tripas de la aplicación en su contra.
Se da en todas las previsiones por bueno el camino en el que las aplicaciones para este nuevo dispositivo se basan en la agilidad, la comprensión inmediata en lo visual y la comunicación rápida entre el dispositivo y usuario.