En la vida de toda start up llega un momento en el que la dedicación del emprendedor no es suficiente y hay que pedir ayuda. Es decir, es necesario contratar personal, pero antes de ‘tirarse al agua’ hay que asegurarse en primer lugar de que se va a contar con una carga de trabajo suficiente como para asumir el coste de un alta en la empresa y en segundo tener claro lo que se va a exigir al profesional elegido. A partir de ese momento habráque empezar a buscar al cantidato ideal.
En este punto existen principalmente dos opciones, acudir a profesionales en la selección de personal o realizar el proceso por nosotros mismos. El primer supuesto es el ideal, pero no todos los emprendedores disponen del capital suficiente y además muchos creen que es mejor realizar la selección por ellos mismos. En cualquier caso hay que tener claro que nuestra empresa no es un ONG, por lo que deberemos huír de familiares y conocidos con problemas y sobre los que no tengamos plenas garantías o confianza. Lo que bucas son profesionales cualificados que te ayuden a desarrollar tu negocio.
Una vez hemos definido perfectamente el perfil que buscamos llega el momento de dedicir el sueldo que asignar. La mayoría de empresarios noveles comete el error de buscar el ahorro en este punto, cuando quizás puede ser más positivo pagar un poco más de la media del mercado para convencer al candidato ideal y sobre todo para que esté motivado desde un primer momento. No hay que perder de vista que en teoría estos primeros empleados son sobre los que descansará la empresa en el futuro. Es decir, los que deberán asumir responsabilidades de dirección en caso de que el proyecto siga creciendo y por lo tanto hay que integrarlos lo más posible en la empresa
A partir de ahí todo es cuestión de dedicarle el tiempo necesario hasta encontrar el cantidato ideal. Lo que sí conviene tener claro es que en una empresa de nueva creación el margen de error es pequeño. Por eso, si hemos de ser cautos a la hora de contratar, también hay que ser ágiles a la hora de despedir. No se trata de que esto parezca el banquillo de un equipo de fútbol, sino de tener claro que el dinero es un bien muy preciado cuando no se tienen excesivos recursos y un empleado que no rinde según las expectativas o que no se adapta a la filosofía de la empresa es un lastre.
En nuestra empresa, la consultora procesoi, utilizamos como herramienta de selección de personal un test de preferencias cerebrales. Se basa en una teoría desarrollada por neurocientíficos, que establece que cada ser humano utiliza al menos una de las cuatro áreas cerebrales como preferente. Cada área del cerebro está asociada a un estilo de pensamiento: innovador, relacional, planificador y analítico.
Yo mismo fui contratado después de realizar el test (tengo que decir que me sonaba a chino)y la verdad es que he comprobado que hay determinadas funciones en la empresa que requieren unos perfiles concretos.
Evidentemente, no digo que debemos confiar sólo en este test, pero creo que como herramienta de apoyo a la selección o incluso como filtro es muy útil.