Franck nos muestra cómo estima él la tarifa horaria (basada en costes) que puede aplicar en el desarrollo de su actividad. Para ello, toma en cuenta tanto el tiempo disponible, una estimación del tiempo no facturable, los costes (incluyendo un sueldo para él y unos costes estimados) y un porcentaje de beneficio para, finalmente, alcanzar el coste imputable de su trabajo.
Coste que luego habrá que cotejar con las tarifas de mercado para ajustar el precio que se cobrará al cliente.
Tener un planteamiento de este tipo es interesante para, por un lado, fijar el precio de nuestros servicios y para, además, controlar las desviaciones que puedan surgir a lo largo del año: ¿hemos conseguido facturar todas las horas que habÃamos previsto? ¿los costes han sido los estimados?.
Una herramienta sencilla, pero con «miga», para la gestión de la empresa.
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