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Muchas empresas internacionales al mirarlas ahora, se puede decir que son triunfadores y sus emprendedores o fundadores ahora son ejemplo para muchos. ¿Siempre tuvieron el mismo éxito?

Aunque a veces sea difícil imaginarlo a partir de su situación actual, todos los emprendedores que triunfaron tienen un pasado muy similar al de otros que ahora están empezando.

¿Cómo empezó el creador de Telepizza? ¿Cómo se gestó Amazon? ¿Por qué McDonalds ha llegado hasta donde está?

En esta entrada de Business Opportunities Weblog podemos encontrar algunos detalles curiosos. Ellos y nosotros no somos tan distintos.

Entre los ejemplos más actuales, fuera de la nota enlazada, se destaca Mark Zuckerberg, el creador de la red social más utilizada actualmente: Facebook.

Un estudiante universitario que en base a una idea generó un negocio que lo convirtió en el millonario más joven. Zuckerberg comenzó con una idea, le sumó inversionistas y comenzó a crecer.

Pero en la nota que citamos anteriormente hay otros ejemplos más antiguos:

• Apple Computer, uno de los grandes gigantes de la informática, fue fundada en 1975 en un garaje de Cupertino (California) con algo menos de 30.000 dólares por Wozniak y Jobs.
• Jeff Bezos (34 años) dejó su trabajo de broker bursátil para vender libros por correo desde el sótano de su casa. El mismo los empaquetaba y los llevaba en su propio coche a la oficina postal. Así empezó Amazon.com, que con su entrada en Internet se convirtió en uno de los más espectaculares fenómenos empresariales de fin de siglo: trece millones de clientes en más de 160 países. Bezos fue elegido en 1999 “Hombre del año” por la prestigiosa revista TIME.
• Walt Disney, fundador de Disney Company, se encontraba tan falto de medios en sus comienzos que en sus primeras películas doblaba con su propia voz en falsete al ratón Mickey.

Como verán, estos ejemplos de cómo no hace falta contar con grandes cantidades de dinero o inversiones para poder realizar un proyecto, a veces una buena idea atrae sola al dinero que se necesita.

Es hora de animarse y darle rienda suelta a los proyectos.