En aquello de que la experiencia es un grado se puede aplicar realmente todos los órdenes en la vida, y, por supuesto, también en el emprendimiento la enseñanza de quienes acumulan experiencia puede ser muy válida. Existe una tendencia por parte del nuevo emprendedor a asumir que los modelos de negocio hoy en día son tan diferentes que no se puede recibir grandes enseñanzas de las personas mayores, sin embargo, esto se encuentra en las antípodas de la realidad.
Precisamente, donde se puede obtener un gran beneficio de las experiencias de los emprendedores senior, es no tanto en la innovación tecnológica para la que el nuevo perfil emprendedor se encuentra bien formado, sino para cuestiones relevantes en relación a lo que significa una empresa, al conocimiento de los rasgos mayores de los mercados, de las relaciones laborales entre personas, en definitiva, a todo el tejido necesario para qué una empresa funcione correctamente.
En este sentido el gobierno ha manifestado, dentro de una política de participación de las personas mayores en la vida pública, Su vocación de articular la posibilidad del asesoramiento por parte de de las zonas mayores a jóvenes tanto desde el punto de vista de la búsqueda de empleo, como de la creación de negocios o proyectos de empresa.
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Éstas medidas, que fueron anunciadas por la secretaría de Estado recientemente, se entienden dentro del marco de acción que busca favorecer a las personas mayores y que está actualmente articulándose a partir de propuestas del Consejo Estatal de Mayores y de la UE esperando su paso por el consejo de ministros en un plazo de tiempo corto.
Una buena idea sin ningún paliativo, otra cosa será como puede ser llevada a la práctica, pero, desde luego, poseer como ayuda en forma de consejos la experiencia de un emprendedor senior es sin duda una idea buena se mire como se mire, así que esperaremos al paso por el Consejo de Ministros de este paquete de medidas para comprobar cómo se articula y, de manera más práctica como se pueden acceder a estos programas.
Estimado nvindi, primero quería felicitarte por abordar un tema que parece ser tan tabú hoy en día. Es difícil como emprendedor, cuyo principal valor agregado es la capacidad de adaptar «el nuevo mundo» y «el nuevo consumidor» a «la nueva empresa», que los empresarios (ex-emprendedores) tienen mucho que enseñarnos aún.
En mi experiencia como emprendedor de la industria financiera, puedo comentarte que empezamos como muchos: Buenas ideas, mucha energía y poca experiencia. No hizo falta mucho tiempo hasta que nos dimos cuenta que estábamos chocando contra un vidrio producto de un severo caso de oídos tapados.
Fue entonces que decidimos levantar una pequeña ronda de capital con el único objetivo de sumar al equipo a un inversionista de incomparable experiencia, tanto en la industria financiera como manejando su propia empresa.
Fue la mejor decisión que hemos tomado. El primer gran aporte es la necesidad de justificar ciertas decisiones que muchas veces se toman debido a la inercia en la caemos producto del día-a-día. Finalmente, algunos «tips» disfrazados de conversaciones y una extensa red de contactos nos han ayudado a saltarnos muchos fracasos innecesarios, junto con levarnos algunas sorpresas agradables que sin el peso de la experiencia hubiera sido imposible.
¿Conoces una mejor manera de sumar experiencia (e incentivos alineados) al equipo que sumar inversionistas inteligentes y experimentados?