La economía sumergida, también conocida como economía subterránea o economía informal, es un fenómeno que existe a escala global y tiene profundas implicaciones tanto a nivel macroeconómico como a nivel microeconómico.
Este artículo tiene como objetivo desglosar lo que es la economía sumergida, identificar sus causas y efectos, y examinar su impacto en los jóvenes.
¿Qué es la economía sumergida?
La economía sumergida se refiere a todas aquellas actividades económicas que se realizan fuera del marco legal y regulador de un país, eludiendo impuestos y normativas laborales. Esto incluye, pero no se limita, a empleo no declarado, contrabando, comercio ilegal, trabajo en negro y otros negocios o actividades que se llevan a cabo al margen de la vista de las autoridades.
Causas de la economía sumergida
Existen múltiples causas para la proliferación de la economía sumergida, las cuales varían de un país a otro dependiendo del contexto socioeconómico. Algunas de las causas más comunes son:
Altos impuestos y normativas complejas: Cuando los impuestos son muy altos o las regulaciones son demasiado complicadas, las empresas y los trabajadores pueden verse tentados a operar fuera del sistema legal para evitarlos.
Falta de acceso al crédito y a los servicios financieros: Si el acceso a crédito y a los servicios financieros es limitado o no existe, las personas pueden verse obligadas a recurrir a la economía sumergida para ganarse la vida.
Desempleo y pobreza: En situaciones de alta tasa de desempleo y pobreza, la economía sumergida puede ser la única alternativa para muchas personas para poder generar ingresos.
Impacto de la economía sumergida en los jóvenes
La economía sumergida tiene un impacto particularmente profundo en los jóvenes. Aunque puede proporcionar oportunidades de empleo en el corto plazo, los efectos a largo plazo suelen ser negativos.
Efectos negativos
Inseguridad laboral: Los trabajos en la economía sumergida suelen carecer de seguridad laboral, ya que no están protegidos por las leyes y normativas laborales. Esto deja a los jóvenes vulnerables a explotación y abusos.
Falta de beneficios y derechos laborales: Al trabajar en la economía sumergida, los jóvenes no tienen acceso a los beneficios y derechos laborales, como la seguridad social, las pensiones, el seguro de desempleo, la protección contra el despido injustificado, entre otros.
Trayectoria profesional limitada: Trabajar en la economía sumergida puede limitar las oportunidades de desarrollo profesional de los jóvenes, ya que estos trabajos a menudo no ofrecen oportunidades de formación y promoción.
Evasión fiscal y reducción de los recursos públicos: Al no contribuir con impuestos, la economía sumergida reduce los ingresos públicos que se podrían usar para financiar servicios públicos y programas de apoyo para los jóvenes.
Efectos positivos
Oportunidades de empleo en el corto plazo: En el corto plazo, la economía sumergida puede proporcionar oportunidades de empleo para los jóvenes, especialmente en áreas con alta tasa de desempleo.
Adquisición de habilidades y experiencia laboral: Aunque los trabajos en la economía sumergida pueden no proporcionar una trayectoria profesional formal, pueden ofrecer la oportunidad de adquirir habilidades y experiencia laboral.