Exportar a los países de la Unión Europea está siendo una de las salidas a la presente crisis para muchas empresas. Así lo ratifica la encuesta IX fase de proyecto “Línea Abierta”, donde el 63,16% de las empresas entrevistadas opina que han aumentado sus oportunidades de negocio dentro de la UE.
Aunque el grado de satisfacción de las empresas respecto del funcionamiento del Mercado Único es cada vez mayor, todavía tienen que enfrentarse a un buen número de problemas que les impiden beneficiarse de todo su potencial. Así, una de cada ocho empresas españolas tienen algún problema al exportar al Mercado Único y una de cada diez detecta obstáculos comerciales.
Los obstáculos comerciales que más trabas suponen para las empresas españolas son los relativos a contratos y operaciones comerciales, en concreto derivados de los retrasos en los pagos e impagos, seguidos de los referidos a las normas técnicas, entre ellos los relacionados con la ausencia de reconocimiento de certificados u homologaciones obtenidas en España.
Sepas que las dificultades más importantes para las empresas españolas que invierten en el resto de países europeos son las relacionadas con la búsqueda de representantes comerciales en otros Estados miembros; el alto coste del reciclaje, y las distintas exigencias de clientes a la hora de incluir información en el etiquetado; y, el alto coste del registro de la marca comercial, así como la inexistencia de una patente comunitaria, entre otras.
“Línea Abierta” tiene como objeto la identificación y resolución de los problemas que obstaculizan la actividad de las empresas españolas, a pesar de los avances en el proceso de realización del Mercado Único, para, una vez identificados, tratar de resolverlos en colaboración con las Administraciones nacionales o comunitarias. Nació en 1993, a la vez que el Mercado Único, fruto de la colaboración entre Secretaría de Estado de Comercio y el ICEX con la CEOE, como apoyo para las empresas españolas dedicadas a la exportación al mercado de la UE.