Prácticamente el 20% las empresas españolas no invierten en innovación, este es uno de los datos relevantes obtenidos en la información que contiene el noveno barómetro internacional de financiación de la innovación recopilado por Alma GC con datos relativos al pasado año 2013.
Dentro de estos datos encontramos también como el 66% las empresas españolas se consideran innovadoras frente a una media europea del 75% que se posicionan en la misma dirección. En general, la percepción de la innovación en Europa se asoció con la competitividad, mientras que nuestro país las empresas lo asocian con el nivel de satisfacción del cliente.
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Según las conclusiones del citado barómetro el 18% de las empresas españolas no consideran la innovación como una estrategia competitiva, lo que lleva a la falta de conciencia sobre la importancia de la innovación y por extensión a un gran número de empresas que no invierten en I+D+i. Según afirma el estudio del 19% las compañías que podrían aplicar las deducciones fiscales por este modelo de inversión no lo hacen, a pesar de, según los responsables de la consultora, tratarse de uno de los instrumentos más adecuados para las políticas de innovación.
Prácticamente la mitad de las empresas participantes en el estudio reconocer que sin los procesos de financiación indirecta a través las deducciones fiscales les resultaría muy complejo emprender procesos de innovación, según los datos del barómetro del 75% de los proyectos empresariales necesita ayuda profesional a la hora de la gestión de las deducciones fiscales citadas.
En las conclusiones del barómetro se consideran básicas estas ayudas para salir de la crisis, ya que permiten la recuperación de entre 25% y el 42% del gasto realizado en innovación, unas cifras que incluso pueden llegar a incrementarse con las ayudas a la contratación de personal investigador.
En el apartado de principales frenos para la innovación, el barómetro indica el coste del arranque de las inversiones para innovación, el desconocimiento debido al escaso personal adecuado en el segmento, las propias dificultades que el mercado pone para el acceso a estas compañías y el hecho de que nuestro país no posee una demanda alta de innovación ya que la mayoría de las empresas, de manera errónea considera que esto no es necesario.
