La crítica situación en la que se encuentran los parados en estos momentos podría provocar un cambio brusco en su disposición a la hora de buscar empleo.
Esta coyuntura podría hacernos pensar que los profesionales con más estudios y mayor cualificados pueden estar dispuestos a hacer trabajos de menos categoría. Pero nada más lejos de la realidad, pues, según un estudio de Adecco los desempleados con experiencia y cualificación no están aceptando de momento trabajos que estén por debajo de su categoría profesional y, aunque estén parados, por ahora están esperando a encontrar ese trabajo acorde a sus expectativas profesionales.
Sí es cierto, por el contrario, que si antes intentaban optar a la franja más alta de la retribución salarial correspondiente a su puesto, en estos momentos están dispuestos a aceptar la horquilla más baja de la misma. Y es que los propios trabajadores son conscientes de que aceptar un trabajo por debajo de su cualificación podría sumirles en una situación de frustración que, a corto o medio plazo, podría afectar a su trabajo y a su vida personal.
Desgraciadamente son las personas con baja cualificación las que menos tienen que aportar en esta competición, de modo que en muchos casos comienza a observarse un cambio en sus objetivos profesionales, el cual les empuja a abrir su búsqueda de empleo a cualquier oportunidad que surja en el mercado, aunque no esté ligada a su anterior puesto de trabajo o sector, y nada tenga que ver con su experiencia.
El mercado de trabajo tiene un grado de granularidad muy alto debido a las habilidades particulares que cada puesto requiere. En conjunto, la flexibilidad del mercado es bastante bajo porque no sólo depende de renunciar a una expectativa económica o de naturaleza de trabajo.