Se asume como una realidad el hecho de tener éxito como algo exclusivo para un grupo pequeño de personas, da igual el ámbito; podemos hablar de éxito empresarial, éxito deportivo, éxito en el emprendimiento… se trata teóricamente de un grupo de pocos elegidos que, curiosamente, comparte muchos rasgos con otro grupo (afortunadamente) pequeño; los psicópatas.
Desde luego que no estamos diciendo que las personas de éxito son psicópatas en potencia, en absoluto, pero sí que existen algunas condiciones similares entre ambos grupos.
Ausencia de miedo
El miedo, o mejor dicho la ausencia de miedo, es muchas veces lo que marca la diferencia entre el emprendedor que logra su objetivo y el que no. Casi con la misma tenacidad rayana en lo obsesivo que se atribuye a los psicópatas, esta ausencia de miedo permite al emprendedor buscar opciones a veces más arriesgadas, pero, que a la larga, son las que pueden llegar a marcar la diferencia entre su propuesta y las de los demás.
La motivación es la que justifica esta actitud en el caso del emprendedor, en el otro caso obviamente son cuestiones mucho más intrincadas y que corresponden al mundo de la psiquiatría explicar.
Metódicos
Una de las series televisivas más famosas que ha girado alrededor de un psicópata es Dexter, en ella, una persona aparentemente inofensiva y tranquila es realmente un asesino en serie con un rasgo determinante tanto en su vida privada como en su faceta oculta; es tremendamente metódico.
Los grandes empresarios y emprendedores de éxito suelen mostrar un alto nivel de organización, podemos casi hablar de la cartografía de su camino al éxito donde nada se deja al azar o, en todo caso, sólo aquellas cuestiones que evidentemente dependen más de la suerte que de la influencia personal. El emprendedor de éxito suele tener sus objetivos claros, el recorrido hacia ellos también, y hará lo necesario para no desviarse un milimetro en ese camino y cumplir con el método que le garantice llegar de la mejor manera a la meta. ¿Les suena?…
Centrado
Uno de los errores más comunes que lastra el camino al éxito es una mala elección de las prioridades. Cualquiera de los grandes serial killers televisivos mantienen su estrategia de prioridades totalmente clara, y no se desvían de ella excepto cuando es estrictamente necesario por motivos como la presión policial o similar, cuando son capaces de realizar giros completos a su comportamiento.
¿Quieres conocer algunas de las tácticas más extrañas para lograr el éxito? en este post te las mostramos
En el caso del empresario de éxito la estrategia de prioridades le permite saber si está realizando una actividad que no resulta adecuada para sus intereses, o, si esa actividad deberá ser realizada por otra persona, esto va desde las grandes decisiones hasta cuestiones tan simples como atender una llamada o responder un e-mail, cuestiones que deben ser respondidas de manera adecuada a lo que realmente corresponde; esa especie de olfato para saber dónde hay que estar y qué hay que hacer o no.
El empresario de éxito si puede delegar delegara, el serial killer si necesita eliminar eliminará, ambos se mantienen centrados en sus objetivos.
Encanto
Salvo contadas excepciones, que podemos encontrar en ambos grupos, la imagen general tanto del emprendedor de éxito como del perfecto psicópata televisivo es muy similar; personas dinámicas, abiertas, con discursos coherentes con la posición que ocupan, capaces de cautivar a grupos grandes y pequeños bien por su elocuencia o bien por una mezcla de timidez bien controlada y conocimientos…
En general podríamos decir que este punto es el resultado de mezclar los tres puntos anteriores, el encanto natural a todos estos niveles no es una casualidad, generalmente, puede darse en una o dos áreas del comportamientos pero con mucha dificultad en todas, por tanto, se trata de un encanto calculado, bien dirigido a cada interlocutor potencial y con objetivos determinados.
Teóricamente la diferencia estriba en que el psicópata busca sólo la autogratificación como resultado final y esta siempre se considera de manera parcial, es decir, con cada una de sus atrocidades, por tanto no necesita mantener una tensión constante en la misma dirección, hacia las mismas personas o grupos necesariamente en lo que al encanto se refiere, algo que sí ocurre en el caso del empresario de éxito que, va a tener que bregar constantemente en mercados similares, con los mismos o muy parecidos actores y ambientes repetidos de manera constante.
Racionalidad
Los sentimientos son malos consejeros en los negocios. Los psicópatas suelen ser personas extremadamente racionales, una característica que comparten los empresarios exitosos. Desgraciadamente, para llevar un negocio hay que centrarse más en los números que en las personas, algo que hace que muchas empresas exitosas tengan un comportamiento un tanto ‘psicopático’ en lo que a la gestión de recursos humanos se refiere. Encontrar el equilibrio entre ambas partes es también uno de los retos de los buenos emprendedores.
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